La fisioterapia geriátrica está orientada a mejorar la calidad de vida de las personas mayores, ayudándoles a mantener su movilidad, funcionalidad y bienestar general. A medida que envejecemos, el cuerpo sufre cambios naturales que pueden limitar nuestras capacidades físicas. Por eso, este servicio se enfoca en abordar problemas comunes como la debilidad muscular, el equilibrio, las caídas, el dolor articular y la movilidad reducida.

Beneficios de la fisioterapia geriátrica

La fisioterapia geriátrica no solo se centra en tratar dolencias específicas, sino también en prevenir complicaciones que puedan surgir con el paso de los años. Un fisioterapeuta especializado diseñará ejercicios personalizados para mejorar la fuerza, la coordinación y la flexibilidad del paciente. Esto ayuda a mantener la independencia en las actividades cotidianas, como caminar, vestirse o levantarse de la cama, mejorando la autoestima y la calidad de vida.

Además, la fisioterapia geriátrica puede ayudar a controlar o reducir el dolor causado por enfermedades crónicas, como la artritis o la osteoporosis. También es clave en la recuperación postoperatoria o tras lesiones, acelerando la rehabilitación y evitando complicaciones mayores. A través de un enfoque cercano y personalizado, este servicio está pensado para cuidar de nuestros mayores, permitiéndoles envejecer de manera activa y saludable.